Las discográficas independientes: «Spotify económicamente es un timo pero…»

«Spotify es el futuro de la industria musical. Los rendimientos económicos aún son bajos pero es un sistema genial para los usuarios, de gran comodidad y que aporta mucha visibilidad a los grupos».

Marcos Collantes es el fundador y director de Mushroom Pillow, uno de los grandes sellos independientes de este país, que tiene entre su catálogo bandas como La Habitación Roja, El Columpio Asesino o Maga. Considera que la plataforma de música en ‘streaming‘ es «el principio de una forma de negocio». «En la actualidad es necesario estar en Spotify«, asegura.

«Yo prefiero centrarme en lo positivo y esperar que ese modelo cada vez crezca más que centrarme en que no es el válido».

El popular servicio de música en ‘streaming’ sueco Spotify fue lanzado al mercado europeo en el año 2008 y poco a poco ha ido realizando su expansión mundial. Desde la compañía dejan claro que su proyecto es «el principio de una nueva forma de entender la música. Y encima de manera legal». Argumentan que ya han pagado 400 millones de euros en derechos a los sellos y que esperan aumentar su beneficio en los próximos años. «Aunque la prioridad es seguir expandiéndose, por eso todavía los ingresos no superan las pérdidas y los artistas no reciben suficientes ganancias».

¿Y las discográficas independientes?

Aunque Spotify lo niega y rehúsa dar datos, hay informaciones que calculan que paga a las multinacionales hasta seis veces más que a los sellos independientes por reproducción. Lo único veraz hasta la fecha es que las tres grandes ‘majors’ (Warner, Sony y Universal) tienen acuerdos económicos con la compañía de ‘streaming’ por suministrarle su catálogo y además, aunque en menor medida, forman parte del accionariado de Spotify.

Ante unas perspectivas poco prometedoras a corto plazo, hace un año más de 200 sellos independientes británicos decidieron abandonar a la vez Spotify en un «intento de proteger los intereses de sus artistas y luchar contra los nulos beneficios que obtenían». ¿Tan mala es la situación para las discográficas independientes? ¿Cuánto gana un sello pequeño en Spotify? Una discográfica independiente española asegura a este medio que Spotify les paga en este momento 0.0085 céntimos por reproducción.

Miguel Goñi, el hombre detrás de Origami Records, sello que gestiona a artistas como Jane Joyd o Havalina, también aporta sus datos: «Al final de este año, con más de medio millón de reproducciones, no me quedan libres ni mil euros. Económicamente no compensa absolutamente nada».

¿Y por qué los sellos siguen en Spotify? Desde PIAS, una de las grandes discográficas independientes a nivel mundial, dejan claro a lainformacion la posición de la compañía: «Entre estar en Spotify y nada preferimos tener Spotify».

Félix Suárez, jefe de promoción de PIAS en España indica que aunque las cantidades que se obtienen en Spotify «son pequeñas», «es más que nada». «Aunque no lo parezca, es una manera de que la gente que escucha música haga llegar dinero a los autores». «Es una iniciativa legal y de futuro».

Josiño Carballo, fundador y promotor de Ernie Producciones, sello gallego que cuenta con bandas como Niños Mutantes o los estadounidenses Nada Surf, cree que Spotify «es un arma promocional increíble«. «Subir un álbum y que lo puedan escuchar en otras partes del mundo es alucinante». «Como sello pequeño la gente tiene que escuchar mis discos. Económicamente Spotify es un timo pero igual hay que plantearse que el problema no es de la plataforma de música en ‘streaming’ sino de la industria en general».

«Nosotros en Ernie hemos dado un giro a todo el negocio», señala Josiño a la vez que asegura que aunque discográficamente no compensa Spotify, tampoco se puede mantener un sello por las ventas de discos «por lo que hay que reinventarse». «Nosotros también llevamos el ‘book’ de nuestros artistas, les gestionamos los conciertos y por tanto promocionalmenteSpotify es sencillamente genial«.

La misma opinión comparte Victor Velasco, director de Sones, sello catalán que tiene entre su catálogo grupos como Mishima o Manos de Topo: «Hay una realidad, ya no se venden discos. La venta de discos ni sostiene a la empresa ni la hace rentable por lo que tuvimos que replantearnos el negocio: gestión de artistas, de derechos…».

«Ya no somos una discográfica, sino una empresa musical», explica Victor. «Y que tu música pueda estar disponible de manera legal en cualquier ordenador o dispositivo móvil del mundo es genial».

«Los rendimientos económicos son nulos, muy pocos. Spotify es una plataforma de visibilidad«, aclara. «Que alguien en Rusia escuche algún grupo español es positivo. Sin estas redes de comunicación no sería posible». «Desde Sones pensamos más en esto como una herramienta depromoción pura y dura«.

Josiño tiene claro que hay otras plataformas en el mercado pero están más limitadas que Spotify. «Si quieres estar vivo tienes que estar. ‘¿Cuándo sale el disco en Spotify?’ comienza a ser una pregunta recurrente. Un disco sale a la vez en otras plataformas como iTunes peroSpotify se lleva la palma». Para Victor Velasco también «se está llegando a un extremo en que parece que si no estás no eres nadie». «Necesitas estar en todos los puntos de venta o acceso».

«Hay que estar», explica Goñi. «La gente escucha el disco en Spotify y te ves obligado a subirlo». «Además, a ver quién le dice a un grupo que no va a estar en Spotify«.

Como resume Josiño, «si una persona escucha un tema, lo busca y no lo encuentra, a lo mejor el grupo pierde un comprador, una persona que asista al concierto, un algo… porque de repente pasa pasa página, descubre una banda llamada Vetusta Morla y la encuentra en todos lados». «Otro ejemplo claro: vas a hablar con una sala para tocar y después de charlar contigo comprueban si estas en Spotify, en Youtube: es que no apareces, cómo te voy a dar un ‘bolo’, quién te conoce…», concluye.

«No conozco a nadie en la música que no se haya quejado de lo que le pagan. Se quejaban antes porque no se vendían discos y se quejan ahora de las nuevas plataformas», comenta Collantes. «Yo puedo ser participe y aportar o ser participe y quejarme. Y que se quejen otros».

Goñi es más pesimista: «Spotify es como Youtube, tienes que tener tu catálogo. Todo se muerde la cola». Aunque matiza: «Si estas en muchos sitios cogiendo cifras ridículas, al final haces un total que bueno, te salva poco a poco».